Como el rostro del amor es el servicio, nos entregamos a los más pobres atendiendo sus necesidades materiales y espirituales.
(Lc 9:1, Mc 16:17-18, Gal 2:10)
Servicio
El anuncio de la Buena Noticia siempre viene acompañado de una atención a los más vulnerables y de una verdadera promoción humana e integral.
El rostro del amor es el servicio, que se concreta en la entrega al necesitado y en un trabajo encaminado a sanar las heridas y abordar las carencias de las personas y comunidad del territorio de misión.
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1 Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para curar las enfermedades.
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17 Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas;
18 podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán”.
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10 Solamente nos recomendaron que nos acordáramos de los pobres, lo que siempre he tratado de hacer.